miércoles, 27 de marzo de 2013

¡ Qué no decaiga el teatro!

Es una de las formas artísticas más antiguas y primarias que conoce el hombre, es necesario valorarlo como se merece y no dejar que este decaiga.
Se hace en los barrios, en grandes escenarios, en las casas.
Hay que apostar por ideas renovadoras, por actores, por productores. Las redes tienen que darse cuenta de cómo y dónde se hacen los espectáculos. Es momento de dar un toque de atención a la gestión, de que los grandes teatros se den cuenta de que sus espacios pueden ser multidisciplinares, de que la rentabilidad no es llenar un espacio con 800 espectadores. Hay que darse cuenta de que hay más cosas que hacer, de que quizá hay que ofertar de otra manera, promocionar de otra forma. Hay que acercarse al espectador para explicarle por qué ha subido el IVA para que valore si es justo o no.
¿Es injusto?
Es injusto porque el teatro está siendo gravado con un valor añadido de lujo. Si la cultura es un lujo mal vamos; si un pueblo se queda sin teatro peor vamos.
Esta es una reflexión que nos tenemos que hacer todos porque hemos vivido épocas mejores y no  hemos gestionado mejor.
Si no sobra vamos todos apretados, pero todos tenemos que dar ejemplo y  amoldarse a estos tiempos.
¿Cómo?
Este oficio que siempre ha estado en crisis debe reflexionar, no ya para salir de la crisis, sino para gestionar mejor con los medios que tenemos. Se puede hacer, lo que hay que pensar es cómo lo hacemos y de qué manera va a repercutir.

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